Normalmente suelo hacer caso omiso cuando oigo una llamada de atención de alguien a quien no he visto o reconocido primero.
Así que, fiel a mi comportamiento seguí mi camino sin molestarme siquiera en comprobar si realmente se dirigía a mi. Pero, de nuevo, oí la misma frase: - Disculpa... -
Esta vez, sin embargo, me sonó ligeramente familiar. Esa voz ya la había oído anteriormente: hace mucho tiempo y en otras ciudad... mi ciudad.
Así que, intentando satisfacer mi curiosidad me giré lentamente para comprobar si mis sospechas eran ciertas...
Hedda
2 comentarios:
me quede con la intriga.
saludos
Conseguido el objetivo...
Gracias por tu comentario,
saludos.
Hedda
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